En una primera visión de las cosas, a menudo reconoces bloqueos que te impiden la
plena realización en tu vida privada y profesional, pero no comprendes cómo
superarlos.
En una segunda visión de la realidad, puedes experimentar
que las dinámicas que mueven nuestras vidas son muchas,
son profundas y vienen de muy lejos.
Eres tu familia: tanto si la vives o no como una fuerza,
eres parte de su sistema familiar, camina contigo y te guía.